Licencia bancaria
Una licencia bancaria es un prerrequisito que debe obtener una entidad financiera para poseer el estatus legal de banco, con todas las atribuciones para operar como tal en el mercado financiero, diferenciándose así de las empresas financieras, con prestaciones y servicios más limitados.La principal atribución que otorga esta licencia es la autorización para administrar el dinero de terceras personas (sus clientes), mediante servicios de ahorro, inversión, seguros, entre otros, como una medida para garantizar y proteger a inversores y ahorristas que dicha entidad cumple con los estándares requeridos y será supervigilada por organismos estatales destinados para ello, además de demostrar una cierta solvencia que permita administrar dichos fondos de manera eficiente.En algunas jurisdicciones, conocidas como «paraísos fiscales», tienen la reputación de estándares laxos o incluso corruptos en la concesión de licencias bancarias, permitiendo operar como tales a «empresas fantasma», con directorios, sucursales y accionistas ficticios.Es común que las entidades reguladoras sigan las recomendaciones, consultas, análisis y normativas de los bancos centrales (cuando no es el organismo emisor) de su jurisdicción y del Comité de Basilea a nivel internacional, previo a otorgar una licencia bancaria a una entidad financiera.El Banco Central Europeo (BCE) realizó una consulta pública en 2017 para incorporar nuevas regulaciones en la normativa para el otorgamiento de licencias bancarias a este tipo de entidades financieras digitales.