Libro del judío
[6][7][8][9][10][11] Esta iniciativa fue impulsada por el Dr. Ignacio Vado Lugo, fundador[12] de la Cátedra de Medicina en Yucatán quién se inclinaba por los métodos curativos naturales[13] y diseñada ex profeso para ser distribuida en zonas vulnerables como reza la dedicatoriaː "Dedicado a los Pueblos que carecen de Facultativos."[14][1] Para el efecto el "copiador", como se autodenomina el Señor Espinosa de los Monteros, que para el caso era un científico educado en la plena ilustración española y colega del Dr. Vado por fundar él (Espinosa) las cátedras de Matemáticas en Yucatán y de Náutica en Campeche; hace las veces de curador[15] y omite partes de estos manuscritos que considera podrían hacer más mal que bien, como se manifiesta de forma explícita en el textoː «Advertimos por último, que hemos tenido a bien no copiar al pie de la letra toda la obra del Judío, por lo difuso de ella, y porque creemos que en mas de un siglo que ha se escribió debe tener mucho adulterio, y nos exponemos a causar más daño que provecho».[16] La naturaleza obscura del origen del Libro judío se debe a que la tradición cultural maya se perdió casi en su totalidad con el Auto de fe de Maní.[20] Se han encontrado otros manuscritos, facsímiles ahora de este mismo cuadernillo impreso por Espinosa, lo que confirma la arraigada costumbre de la copia a mano en la región.[21] El libro del judío ha sido reeditado en varias ocasiones, siendo importante referencia para investigadores y científicos en la actualidad.