El juego de luces y sombras en la noche estrellada es también magistral en la escena que representa el beso de Judas (f. 227v); las lámparas y las antorchas guían la mirada del espectador para que no se pierda ningún detalle del triste episodio.
El calendario no se limita a pequeñas escenas marginales sino que incluye pinturas a toda página interrumpidas por el texto enmarcado, sobre el que se sitúa el signo zodiacal de cada mes.
Este procedimiento parece no haber sido utilizado en la miniatura francesa con anterioridad a Jean Bourdichon, salvo excepcionalmente en dos manuscritos.
Este herbario está además poblado de insectos y pequeños animales.
El maestro Bourdichon fue pintor de corte de Luis XI, Carlos VIII, Luis XII y Francisco I, y sus pinturas constituyen un claro avance del Gótico hacia el Renacimiento.