Se conoce como liberalismo cultural, liberalismo social o liberalismo moral a un punto de vista cultural de la sociedad basado en la parte social del liberalismo que se opone a la intromisión del Estado en la vida privada o en las decisiones personales de los ciudadanos y que también hace énfasis en la libertad de las personas en cuanto a las normas culturales o a las tradiciones, oponiéndose al conservadurismo.
[1] La palabra progresismo se suele usar en un contexto similar, aunque presentan importantes similitudes no significa lo mismo que liberalismo cultural, ya que este último concepto se enfoca únicamente en temas culturales, sociales o de moralidad en lugar de asuntos económicos.
También los liberales culturales, a diferencia de los conservadores, suelen apoyar temas como la eutanasia, el aborto, el autocultivo o legalización del cannabis, el matrimonio igualitario y la adopción homoparental.
Se llaman "guerras de la cultura", en la política, a los desacuerdos entre el liberalismo cultural y el conservadurismo.
[5][2][6] Para los liberales culturales todos los modelos o estilos de vida deben ser respetados, y argumentan que, siempre y cuando no hagan daño, ningún modelo o estilo de vida será mejor que otro.