Lié Louis Périn

En 1778 se marchó a París sin protector ni casi dinero y se dedicó a estudiar seriamente el dibujo y la naturaleza, ganándose la vida como miniaturista, trabajos menos costosos que la pintura.

[2]​[3]​ Esta estrecha colaboración permitió a Périn perfeccionar su estilo, antes simple e ingenuo, hasta ganar habilidad y gracia.

La intimidad del estatuario Houdon la fortificó, además, en el estudio de la forma.

Perin ganó mucho en aquellos años, pero la Revolución se llevó el fruto de sus labores, pues la conversión en papel moneda pronto dejó la pequeña fortuna que había amasado sin valor.

Realizó numerosos retratos en su ciudad natal y en Lyon durante una estancia de varios meses, sin exponerlos en la capital, donde había expuesto por última vez en los salones en 1798.

Lié Louis Périn, Retrato de Madame Sophie 1770-1774, óleo. Museo de Reims, Francia.