El brahmán quedó tan encantado que le permitió escoger su recompensa.
El rey lo despreció y lo denunció por aceptar tan poco.
Pero su alegría pronto se trocaría en ira cuando se dio cuenta de que ni con todo el trigo de su país alcanzaría a pagar semejante suma.
Ante la imposibilidad de pagar tal suma, el brahmán mandó matarle.
Existen distintas versiones de esta leyenda, que se suele considerar como el origen del ajedrez.