La «Mexico City policy» fue instaurada en los Estados Unidos por el presidente Ronald Reagan ese mismo año.
Sus aspectos finales fueron negociados por Alan Keyes, que era Asistente del Secretario de Estado.
[4] La naturaleza de esta política ha tenido implicaciones para las ONG en casi todos los países, como por ejemplo Sudáfrica.
Esta política estipulaba, como requisito para las organizaciones no gubernamentales, que «acepten, como condición para recibir financiamiento del gobierno federal de los Estados Unidos, no realizar ni tampoco promover activamente el aborto como método de planificación familiar en otros países».
[5] Esta política tenía excepciones para aquellos abortos realizados en casos de violación, incesto o en condiciones tales que se ponga en riesgo la vida.