Ley de divorcio vincular

En 1954, se aprobó la ley 14.394 del Régimen Legal de Familia y Minoridad, que permitía el divorcio vincular.

[cita requerida] El planteo escandalizó al ambiente tribunalicio de la época, máxime cuando un juez de apellido Vilar le dio la razón y habilitó el tratamiento del tema, que llegó hasta la Corte Suprema integrada por Enrique Petracchi, Carlos S. Fayt, Augusto César Belluscio, José Severo Caballero y Jorge Antonio Bacqué.

[3]​ La Iglesia católica, que mantuvo siempre una tirante relación con el presidente Alfonsín, se mostró dividida frente a la ley de divorcio.

[4]​ La Conferencia Episcopal Argentina discutió entonces la posibilidad de excomulgar a los legisladores que votaran la ley, pero la idea no prevaleció.

Por otra parte, los sectores más abiertos de la Iglesia, mantuvieron una posición crítica sin ser intolerante, como el caso del obispo Justo Oscar Laguna que manifestó: "El divorcio es un mal, pero es un mal para los católicos, y no podemos imponer en una sociedad plural una ley que toca a los católicos.