[4][5] Las letrinas disminuyen la posibilidad de que cualquier agente biológico patógeno se mueva del excremento a la comida, llevado por las moscas.
[4] Generalmente, una letrina de hoyo consiste en tres partes: un hoyo en la tierra, un bloque o losa largo y ancho pero no muy grueso por suelo y un refugio conteniéndolo.
[4] Cuando se llena el hoyo de excremento hasta llegar a los 0,5 metros (1,6 pies) de la parte más alta, o debe ser vaciado o un nuevo hoyo debe ser construido, con el refugio reubicado o construido de nuevo en el nuevo sitio.
En estas letrinas no existe la necesidad de tapar el hoyo en el suelo.
[3][7] A 2013 se estimaba en 1.770 millones las personas en el mundo que usaban letrinas de hoyo.
[9] Asia del Sur y el África subsahariana son las regiones que tienen menos acceso a letrinas.