A veces se usa para ocultar cláusulas abusivas o que van en perjuicio del consumidor.
Esta técnica se puede combinar con otras que reducen aún más la legibilidad del mensaje, como el uso de un contraste reducido entre el texto y el fondo o, en el caso de la publicidad televisiva, haciendo que el mensaje se desplace por la pantalla a una velocidad excesiva.
[4][3] La letra pequeña a menudo es ilegible, por ejemplo, cuando la imagen es borrosa, de baja resolución o la vista del espectador está afectada.
Algunos comerciales de radio y televisión terminan con una frase rápida, que es apenas audible o comprensible para la mayoría.
A menudo, esto se combina con una música de fondo agradable e imágenes positivas, lo que a su vez hace que el consumidor no se centre en el aviso.