El filme fue aclamado por la crítica profesional, siendo posteriormente nominado a cinco premios Emmy.
La denuncia llevó a que se realizaran investigaciones, pero el caso fue resuelto con un acuerdo financiero entre las partes.
La decisión fue tomada el 13 de junio del mismo año declarando no culpable al artista.
Más tarde se descubrió que todo fue un fraude por parte de la familia del denunciante.
[14] Brian Stelter observó que el documental provocó un nuevo examen del legado de Jackson.