Lea significa "vaca salvaje", un título común con diosas antiguas como Inana, Urash y Nanshe.
[3] Lea aparece por primera vez en el libro del Génesis, en Génesis 29, donde se la describe como hija de Labán y hermana mayor de Raquel, y se dice que no se puede comparar con la belleza física de Raquel y que tiene ojos tiernos.
Los pasajes bíblicos desprecian a Lea y favorecen a Raquel, de Raquel se dice que es hermosa y de Lea, sólo que tenía los ojos "cansados", "fatigados" o "tiernos"[b] Jacob está ansioso por casarse con Raquel y acepta proporcionar siete años de trabajo a su padre si puede casarse con ella.
Tan sola estaba que incluso Yahvé se dio cuenta de ello y la bendijo con muchos hijos como consuelo.
Debido a la extrema angustia emocional que sufrieron tanto Lea (como Raquel) durante el matrimonio, Yahvé aclaró más tarde de forma estricta su oposición a descubrir la desnudez de una mujer y su hermana mientras ambas vivieran (Génesis 30:1, Levítico 18:18).
Según esta historia, Lea estaba destinada a casarse con el hermano gemelo mayor de Jacob, Esaú.
Según las Escrituras, Dios vio que Lea "no era amada" y abrió su vientre como consuelo.
[13] Un día, Rubén, el primogénito de Lea, regresó del campo con mandrágoras para su madre.
A nivel homilético, los textos jasídicos clásicos explican la rivalidad de las hermanas como algo más que celos maritales.
Cada una de ellas deseaba crecer espiritualmente en su avodat HaShem (servicio a Dios) y, por lo tanto, buscaba acercarse al tzadik (Jacob), que es el emisario personal de Dios en este mundo.
Al casarse con Jacob y dar a luz a sus hijos, que se criarían en el hogar del tzadik y continuarían su misión en la siguiente generación (de hecho, los 12 hijos se convirtieron en tzadikim por derecho propio y formaron los cimientos de la Nación de Israel), desarrollarían una relación aún más estrecha con Dios.
[15] Cada mujer se preguntaba continuamente si estaba haciendo lo suficiente en sus esfuerzos personales por aumentar su espiritualidad, y utilizaba el ejemplo de la otra para estimularse.
Pero, en el último momento, Labán engaña a su sobrino y le casa con su prima mayor: Lea, la primogénita.