Rebeca era muy hermosa (de ahí viene su significado) pero exhibía una gran sencillez.
Rebeca, también fue la madre de los gemelos Esaú y Jacob, siendo este último su elegido.
El criado hizo lo que le pidió su amo y encontró a Rebeca.
Eliézer toma Rebeca y la lleva a su tierra, al llegar ahí y ver a Isaac de lejos Rebeca se cubre con un velo de novia, por lo cual Isaac no podía ver su rostro, sin embargo aunque no la conocía físicamente, pudo darse cuenta mujer virtuosa, puesto que Eliézer su sirviente le cuenta acerca del comportamiento esforzado y diligente de Rebeca de manera que Isaac la toma por esposa también sin dudar.
Después se la llevó a la tienda de su madre, Sara, para casarse con ella.