La ópera ha conocido cierta notoriedad en el extranjero en su adaptación italiana, Dinorah.
Llegada a la cabaña de Corentin, ella descansa.
Corentin y Hoel van al descubrimiento del presunto tesoro.
Lo encuentran, pero ninguno de ellos accede a robar porque los espíritus lo conservan.
Corentin pide a Dinorah que coja el tesoro.