Sus aguas vierten al río Mardancho, afluente del Ebro.
La localidad pertenece a Palencia porque en la Edad Media perteneció al monasterio de Santa María la Real, por lo que en la división provincial se integró en esta provincia y no en Cantabria, en donde está situado.
A la caída del Antiguo Régimen la localidad se constituye en municipio constitucional[1] que en el censo de 1842 contaba con 4 hogares y 16 vecinos, para posteriormente[2] integrarse en Villarén de Valdivia.
Iglesia católica de Santiago Apóstol, situada al borde del núcleo, al final de la calle Real.
Población de derecho (2000-2020) según el padrón municipal del INE