Fueron ofrecidos a Maximiliano II Habsburgo en 1569, acompañados de Los cuatro elementos (pintados en 1566).
Se acompañaron con un poema de Giovanni Battista Fonteo (1546-1580), que explicaba el sentido alegórico.
Estos cuadros se caracterizan por un encuadramiento floral que no existía en la primera versión.
El otoño está representado por un hombre de rasgos toscos, poco amable; como La primavera, mira hacia la izquierda.
[2] El vestido del hombre es una simple estera de paja: en la versión original de la pintura, el viejo llevaba una capa sobre la que está representada una M y una corona, en este caso ciertamente un recuerdo a Maximiliano II.