Entre los dominios situados en el Landgraviato inferior o en la Baja Alsacia, se distingue en primer lugar el propio Landgraviato, tomado en su sentido más estricto, porque su propietario era juez provincial (Landrichter) de la Alsacia inferior y tenía un rango superior, por lo tanto, al de los condes.
Ya que, como estos dignatarios reunieron sus bienes patrimoniales y sus feudos de familia a las tierras fiscales afectadas al título (Würde) de Landgrave, la extensión del Landgraviato se modificó según a qué familia perteneciera.
Estas tierras se denominaban sub-feudos del Imperio (Reichsafterlehen) y, en el caso del Landgraviato de la Baja Alsacia, eran los siguientes: 1° El tribunal provincial (Landgericht) de Röschwoog, Roschwogiense judicium.
2° Asimismo, la ciudad de Beinheim era un feudo dependiente del Imperio conferido como sub-feudo a los Fleckenstein.
3° A estos sub-feudos del Imperio se agregan algunas propiedades landgraviales que estos dignatarios recibieron en feudo de los nobles de Lichtenberg o que ellos les confirieron a mismo título.
Estos mismos feudos, dependientes del Imperio, fueron concedidos de manera inmediata a los Lichtenberg por el Emperador.
Finalmente, se mencionan algunos bienes en Offendorf, Herlisheim, Wyler y Sure, en el Condado de Ried.
Pero, en otras Cartas de investidura a los mismos nobles, en 1369, el Duque parece haber reconocido su error, ya que en ellas no figura dicho castillo.
Los landgraves los relevaron del juramento de lealtad y les ordenaron prestarlo al obispo Johann.
Esto fue reconocido por el landgrave Ulrich en las Cartas que dio, en 1337, a Konrad Werner, abad de Murbach.
Enumera estos pueblos en el orden siguiente: Grieswilre, Weitbruch, Kurzenhausen, Bernisheim, Ratolvisheim, Eckendorf, Altdorf, Ringendorf, Schalkendorf, Niffern, Muttenheim, Gumbrechtshofen, Zinsweiler, de un lado del arroyo, Rippolzwiler, Oberdorf, Diefenbach, Brunegesdorf, Rittershofen, Hatten, Westheim, y los derechos en Nieder-Betschdorf y Ober-Betschdorf.
Pero esta venta no es prueba evidente del carácter alodial de estas propiedades.
Sigebert III, Graf von Werd, fue nombrado Landgrave de la Baja Alsacia por el Emperador Enrique, quien le inviste en 1192.
Kuno von Berckheim, en una Carta de 1250, lo nombra puer, que dicitur Henricus, Comes Alsatie.
El año precedente, 1249, Guillermo, Rey de Romanos, dio la expectativa del Landgraviato de la Baja Alsacia al Conde Emich, quien se había casado con la viuda del difunto Landgrave, para el caso que su hijo muriese sin heredero legítimo.
Fue, en 1275, uno de los testigos del juramento que el Emperador Rodolfo prestó en Lausana al Papa Gregorio X; fue llamado Landgravius Alsatie inferioris en los dos Diplomas que este príncipe hizo expedir el mismo año en favor de la Santa Sede.
El Landgrave Heinrich Sigebert se casó nuevamente, en 1269, con Bertha, hija de Ulrich III von Rappoltstein, la cual vivía aún en 1292.
Fue enterrado en la Iglesia de San Guillermo de esta ciudad donde podemos hoy ver la tumba y su epitafio en el cual se le llama Dominus Philippus Lantgravius Alsacie, Canonicus majoris Ecclesie Argentinensis.
El emperador Rodolfo puso fin, en 1281, a la disputa entre Johann von Werd y la abadía de Erstein, super injuriis quæ nobilis vir Johannes Lantgravius inferioris Alsatie ex inconsulta levitate temere juventutis irrogavit conventui Dominarum in Erstein.
Johann se declara, en 1292, por Konrad, obispo de Estrasburgo, y Johann von Lichtenberg, su hermano, en la guerra que el obispo sostuvo contra el Emperador Adolfo y Otto von Ochsenstein, Landvogt de Alsacia.
Vemos aún hoy su tumba y su epitafio donde es nombrado como honorabilis Dominus Ulricus Lantgravius Alsatie.
De este matrimonio nacieron tres hijos: Johann, quien sucede; Adelheid, casada con el conde Friedrich II von Oettingen; y Elline, quien vivía en 1309.
Adelheid von Werd, viuda del conde Friedrich, quien aún vivía, dio su consentimiento a esta venta.
Augusti, obiit domicellus Joannes Landgravius Alsatiæ, in quo cessavit Landgraviorum Alsatie, dijo Alberto de Estrasburgo, quien escribió entonces su «Crónica».
Fue enterrado en Buxweiler, en la antigua capilla del castillo de los Lichtenberg, donde aún se puede ver su tumba y su epitafio.
Dicho Emperador le dispensó la misma amistad y confianza después de su advenimiento al Episcopado, y lo menciona en sus Diplomas como venerabilis Johannes Argentinensis Episcopus, Princeps Consiliarius et consanguineus noster carissimus.
Dícese si le causó algún escrúpulo el haber comprado tan cara la calidad de Landgrave.
La delicadeza de su conciencia le obligó hasta llegar a pedir al Papa Inocencio VI un perdón, que obtuvo fácilmente.
Fue enterrado al día siguiente en la Catedral, en la Capilla de San Juan Bautista, que forma hoy la Sacristía del Gran Coro.
Sin embargo, fue estipulado por un artículo particular que el Rey Cristianísimo dejaría al obispo de Estrasburgo la libre posesión de la inmediatez con respecto al Imperio que había disfrutado hasta entonces.