Los habitantes del lugar, además de castellano, hablan gallego con influencias leonesas y portuguesas.
Siglos después, los visigodos acuñarían monedas o tremises de oro en la ceca que habían creado en Calabor, por aquel entonces denominado Calapax.
[6] Posteriormente pertenecieron a los dominios de San Martín de Castañeda (1158) y ya en el siglo XV se vincularon a Benavente.
Actualmente cuenta con un nuevo balneario, donde los viajeros pueden alojarse, probar la gastronomía local o disfrutar de los baños en sus afamadas aguas minero-medicinales.
Se declararon oficialmente en 1887 para uso en bebida, baños y respiratorio.