Debe su nombre a la presencia de jaguares en su zona circundante.
[1] Gonzalo Fernández de Oviedo, cronista español quien visitó el lugar en 1527, relató que los guías indígenas la llamaban "Tecuacinabia" Carlos Mántica, investigador lingüista nicaragüense, en su obra "El Habla Nicaragüense y otros ensayos", señala dos interpretaciones, primera según el mismo y la segunda del Dr. Alejandro Dávila Bolaños.
La laguna se encuentra en un entorno montañoso rodeada por un bosque tropical seco.
La fauna de la zona incluye jaguares, coyotes, zorros, venados, monos, ardillas, reptiles y aves.
Sus aguas se utilizan para la agricultura, la ganadería y el consumo humano.
El tigre se enfureció y atacó al cazador con más ferocidad.