Se encuentra perennemente inundada de agua salada proveniente del mar.
Esto provocó el contraataque por parte de los realistas sobre los patriotas que se defendieron como tigres, se presentaban al fuego y a las bayonetas con una animosidad de que no hay ejemplo en las mejores tropas del mundo, según lo informó a sus superiores en una carta del General Morillo.
Las plantas de tratamiento cercanas a la laguna hicieron que la fuga de aguas servidas cayeran directo a la laguna, sin ser tratadas, ocasionando un problema ecológico.
Otro de los problemas es que muchas poblaciones cercanas aún emplean pozos sépticos y en la época de lluvia colapsa y los desechos desembocan a la laguna, empeorando la situación del mal olor.
Además, muchas aguas “malas” son descargadas al río El Toro, que desemboca en la laguna.