Los movimientos tectónicos producidos por la formación de los Pirineos abrieron la falla del Ampurdán.
La erosión y otros fenómenos geológicos crearon la zona lacustre.
El primer lago de Bañolas tenía una extensión muy superior a la actual, inundando las riberas unos 6 u 8 metros por encima del nivel actual de las aguas.
[4] El accidente se debió una serie de irregularidades,[5] destacando que el buque iba sobrecargado con 140 pasajeros cuando el límite era de 80 y se hicieron agujeros en la popa a poca altura sobre el agua.
[6] El lago Bañolas es el único lugar de la península ibérica donde se encuentra la especie de náyade Unio ravoisieri,[7] habiéndose conseguido su cría en cautividad.