Aunque la apariencia de Lady Macduff se limita a esta escena, su papel en la obra es bastante significativo.
Los dramaturgos posteriores, especialmente Sir William Davenant, ampliaron su papel en la adaptación y en la actuación.
[2] En el Acto IV, Escena II, Lady Macduff aparece junto a la de Ross y su hijo sin nombre.
Ross intenta consolarla, aunque ofrece poco consuelo y Lady Macduff responde con agudas réplicas que traicionan su ira hacia su esposo.
Esta domesticidad se ve interrumpida por la llegada de un mensajero que le advierte del peligro inminente y la insta a escapar con sus hijos.
Lady Macduff se alarma y momentos después, la escena es invadida por un grupo de asesinos enviados por Lord Macbeth.
Ella habla descaradamente contra la deslealtad de su esposo, diciendo: "Él no nos ama"[4] y "Su huida fue una locura".
Lady Macduff desafía las acciones de su esposo, preguntándose: "¿Qué había hecho él para hacerlo volar la tierra?
El temor de Macduff por su seguridad y culpa es evidente, especialmente cuando pregunta: "¿El tirano no ha maltratado su paz?".