Ladislao Martínez

Curtido en mil batallas fue un acérrimo defensor de los servicios públicos y se opuso activamente a la privatización del Canal de Isabel II, la empresa pública que abastece de agua a la Comunidad de Madrid, consiguiendo organizar una marea, enorme y exitosa movilización contra el proceso de privatización.

[1]​ Lo que significó una campaña de desprestigio en el diario El Mundo que encabezaba con el siguiente titular “Ladislao Martínez, un terrateniente al frente de la marea azul”.

Comenzó su activismo en contra de las centrales nucleares, considerando a la energía nuclear como franquista.

Estuvo en todos los embriones de las pequeñas asociaciones o movimientos que luego se hicieron grandes (AEPDEN, AEDENAT, ATTAC, Ecologistas en Acción...) Siempre optó por un modelo energético innovador, y fue miembro de la Plataforma por un Nuevo Modelo Energético y de la Fundación Renovables.

Además de activista, tuvo una participación muy dinámica en el debate académico sobre la gestión del agua, la energía, los residuos, etc. publicando diversos artículos científicos en revistas de prestigio y ensayos monográficos sobre los distintos temas.