En estos casos, es abundante en el calostro, pero solamente se mantienen concentraciones residuales bajas en la leche definitiva[1] También está presente en otros fluidos corporales (lágrimas, semen, saliva, secreciones bronquiales, etc.).
Su afinidad por el hierro es unas 300 veces superior a la de la transferrina, y puede mantenerlo unido hasta pH=3.
[3] Además se encuentran productos para usos medicinales que contienen lactoferrina, utilizando esta proteína como transportador de hierro en suplementos.
El interés de la lactoferrina como componente de alimentos especiales, y las diferencias entre las proteínas humana y bovina ha hecho que se hayan diseñado sistemas para producir lactoferrina a partir del gen humano colocado en otras especies.
[6] En ambos casos, la proteína se comporta en experimentos in vitro de forma muy semejante a la humana, pero el principal problema es que los glucanos asociados tienen una estructura distinta.