Esta canción incorpora el réquiem de Mozart, Lacrimosa.
Lacrimosa de Mozart habla sobre el juicio final para el hombre culpable que ha resucitado del polvo (“…pues polvo eres, y al polvo volverás.” Génesis 3.19 Reina-Valera 1960™) …Pues perdónalo, oh Dios, Señor de Piedad Jesús, concédeles la paz, amén.
Por lo cual la canción de Evanescence aborda también el juicio final, pero sobre un hombre que está en el lamento, o mejor dicho en el infierno.
La letra trata sobre Amy hablando que la culpe a ella (para que no sufra el eterno castigo del infierno), después Amy habla respecto a que no hay vuelta hacia atrás sobre el eterno castigo.
[1] Sin embargo, los productores de la película luego afirmaron que nunca le pidieron ni a Amy Lee ni a Evanescence que compusieran música para Narnia.