Asimismo, Adriana Ozores obtuvo al año siguiente (2003) la nominación al Premio Goya a la Mejor Actriz y, por su parte, Marta Etura consiguió la nominación como Mejor Actriz Revelación.
Esta obra, ópera prima de su director, está basada en un caso real (la vida del francés Jean-Claude Romand quien engañó durante años a toda su familia y terminó asesinando a todos ellos) aunque, en palabras del propio director,[1] se intentó evitar este final excesivamente dramático en la película.
Con esta obra, el director se inicia en la realización de largometrajes.
Otras críticas positivas se deben a Mirito Torreiro (Fotogramas) quien alaba el guion eficaz y actores estupendos[3] y Ángel Fernández Santos (El País) pone su atención en el buen hacer del director (tacto y sabiduría) a la hora de situar al protagonista en el centro de la trama, así como al resto de los actores, todos ellos inmejorables.
Esta doble vida lo obliga a gastar un dinero que no tiene, y su mujer Ágata (Adriana Ozores) se encuentra con el problema de que el colegio del niño lleva sin ser pagado varios meses.