Los peces están muriendo en los ríos de Chile debido a la contaminación del agua provocada por el hombre.
En medio del río, una mujer emerge de las profundidades, jadeando por aire.
Tras regresar a la vaquería de su familia, su marido Enrique sufre un infarto al verla.
Todas las personas que la mujer creía muertas se comportan de forma muy extraña, y su presencia también parece influir en los aparatos eléctricos.
[8] En su reseña, Caitlin Quinlan de la revista de cine Little White Lies describe la película como una meditación folclórica sobre la relación entre los seres humanos y el medio ambiente, madre e hijo.