El ritmo está dado con habilidad y gracia musical, expresó en sus versos la tranquilidad de su espíritu lugareño.
Cita a personajes populares, los rincones del pueblo y las supersticiones que allí existían.
En él, describe un acontecimiento que se lleva a cabo, año a año, en Semana de Turismo, no solo en el Cerro del Marco, sino en todos los puntos más altos de la ciudad, remontar cometas los viernes santos: «Sobre el Cerro del Marco, el cielo se ha tornado policromo, Las cometas, Infantil como hermoso, ¡que practica la gente de mi pueblo, desde tiempos remotos, como todos los jueves y los viernes santos, con ingenio alborozo!, Típica fiesta del solar norteño».
El poeta le atribuye vida a la Calle Brasil, en este poema pinta a dicha calle en imágenes sencillas, comparándola a una mujer: “Calle Brasil, eres tú, como una mujer perdida, de día pareces fea, más de noche te atavías, con tu vestido de sombras, y te tomas sugestiva, Le haces guiños picarescos, con alguna lamparilla, al silencio que te ronda, desde las calles vecinas, y te emborrachas de luna, hasta quedarte dormida, Y por eso, porque eres, como una mujer perdida, es que me siento tan tuyo, y es que te siento tan mía».
La poesía vernácula en Lugareñas se ciñe a un estado de ánimo del poeta.