Fue publicado de forma póstuma en 1995 en los Estados Unidos y traducido al español en 1996.
Más específicamente, Lasch defiende la idea que las clases privilegiadas no han vivido nunca tan aisladas de su entorno.
Aplica esta constatación a todas las esferas de la vida pública, incluido el sistema educativo, denunciando el monopolio de la burguesía sobre los colegios y universidades más célebres, tanto públicos como privados.
Pero, para Lasch, lo único que convierte la información en pertinente y atractiva para el ciudadano es la perspectiva del debate.
La tercera parte analiza de forma crítica al psicoanálisis y la religión.