La langue ne ment pas
El documental está narrado en primera persona intercalando fotografías personales e imágenes históricas para contar cómo el gobierno de Hitler utilizó el idioma como un medio de propaganda.Dadas las limitaciones de acceso a la información que sufría la comunidad judía, el relato no describe particularmente las grandes masacres (ya que el autor no las experimentó) y se concentra en la vida del ghetto de Dresde.El documental hace una descripción minuciosa de neologismos o palabras o expresiones cuyo uso se generaliza y se pone de moda, diseñadas por los nazis para manipular a la opinión pública y promover el antisemitismo en la población a través del uso diario del lenguaje común, o a través del que se edita o publica con el fin de influir en aquel.Un ejemplo es la palabra liquidar (liquidieren en alemán), usada en sustitución de matar o asesinar, y extrapolada de un término técnico usado en contabilidad, de forma tal que niega carácter humano a la víctima, desangelándola, haciéndola completamente anónima.El documental fue presentado en Hispanoamérica bajo el nombre español Idiomas no mienten por el canal eurochannel.