La línea de sombra

Cuando los primeros signos de juventud terminan, el protagonista decide abandonar el mar y los trópicos.

La nave es el Oriente, un barco perseguido por el recuerdo del anterior capitán, que murió loco.

Conrad a menudo usa la ironía como una herramienta para enfatizar las características del protagonista, contrastándola con otros personajes como el Capitán Giles y el cocinero Ransome.

En la discusión con Burns antes de morir formula una maldición para que no lleguen nunca a buen puerto.

Debilitado por la fiebre, el primer oficial repite obsesivamente que el causante es el viejo capitán con su maldición.

Además, el barco se encuentra con una tremenda calma que lo mantiene inmóvil en el océano durante más de dos semanas.

[4]​ El joven protagonista, angustiado y temeroso, tendrá que decidirse a cruzar solo la línea de sombra.

En esta situación difícil, el protagonista es acosado por las dudas sobre sí mismo, sobre la vida y sus habilidades.