Para proporcionar a Milo, cuyos salones aún no son totalmente rentables, los medios para mantener a la costosa Marguerite, Andrew sugiere que Milo robe joyas valiosas de la casa, y que Andrew recupere sus pérdidas mediante una reclamación al seguro.
Milo acepta, y Andrew lo guía a través de un elaborado plan para simular un robo.
Después de encontrar pruebas que respaldan un asesinato, Doppler arresta a Andrew.
El "juego" parece igualado, aunque Andrew no puede admitir que Milo lo engañó y finge haber visto a través del disfraz, al tiempo que expresa admiración por Milo por haber sido un oponente digno de juegos.
Siguiendo las pistas crípticas de Milo, Andrew busca frenéticamente en la casa la evidencia plantada.
Inspirado nuevamente por el escenario del robo, Andrew amenaza con dispararle a Milo para evitar que se jacte de su humillación con alguien más, especialmente con Marguerite.
La policía no creería la historia inventada por Andrew de haber matado por error a un ladrón.
La obra constituye una fuerte crítica hacia la aristocracia británica, verbalizada varias veces por el personaje Milo Tindle, dado que el principal conflicto de intereses por una mujer se apoya en las diferencias de clase social.