Asuero considera a su mujer Bastí su favorita, aunque ella no le obedece y ordena que la destierren.
Mientras, en Susa, Ester, una bella hebrea llora lamenta haberse quedado huérfana y el sometimiento del pueblo judío por parte de los babilonios.
Su tío le dice que mantenga en secreto su linaje pues si se convierte en reina podrá ayudar a los judíos.
En ese instante Ester sale al jardín con sus damas y su Mardoqueo le informa de la conspiración.
El rey le manda que lo haga con Mardoqueo y se dispone a acudir al convite con Ester.
Comienza el banquete y Asuero, prendado de la bella Ester, le promete concederle cualquier deseo.
El rey, indignado al enterarse de que Amán podría matar a la reina se enfurece.