En el tercer libro Anaíd debe enfrentarse a la traición, el rechazo de los suyos y la soledad, la maldición se ha cumplido: la elegida ha incurrido en los errores, ha sucumbido al poder del cetro y hasta los muertos reclaman su tributo.
Es la elegida por la madre O para gobernar el cetro del poder y para destruir a las Odish.
Después de descubrir que Gunnar era un Odish vuelve con las Omar y finge ser la elegida para proteger a su hija Anaíd.
Gunnar es un brujo Odish inmortal que ha vivido durante más de mil años.
Finalmente se descubre que era buena y gracias a ella las Odish caen por fin vencida.
Baalat era una Odish nigromante que en la antigüedad gobernaba a los fenicios y exigía sacrificios humanos.
Es derrotada por Cristine Olav, pero sigue atacando hasta que Anaíd acude al consejo de los muertos y es finalmente vencida.
Entre las Omar es muy temida, ya que según ellas marchitaba las plantas, traía consigo el hambre y enloquecía a los hombres.
No tiene cuerpo, ya que fue destruido hace veintiún siglos, pero gracias a su nigromancia sobrevivió y ahora es pura energía, pero puede encarnarse en cuerpos mortales y realiza la mayor masacre Omar en muchos siglos, gracias a que e convocada por Selene.
Es la Odish más peligrosa y es una experta nigromante, tanto así que no necesita cuerpo para existir.
Con la sola mención de su nombre adquiere más poder, y con cada matanza alarga su vida.
Lucha contra Anaid en el plano donde reina, como una cegadora serpiente, le arrebata el cetro y casi consigue matarla.
Es arrogante y terrible, tanto que intenta luchar contra el consejo de los muertos cuando cae vencida.
Es muy temida por las Omar y los fenicios, quienes no pronuncian su nombre por temor a su crueldad.