La educación de las mujeres y otros ensayos
El tercero es una propuesta de educación para las mujeres, que se contrapone con los dos tratados anteriores.En la introducción, Seoane achaca el poco reconocimiento de la crítica a este tercer tratado por la incongruencia que representa[1].El autor realiza en su obra una crítica a la corrupción espiritual que se da en las los salones de la burguesía francesa, ya que expone la desfiguración del ser humano natural y todas sus actividades.[4] En su novela Las amistades peligrosas se da una interpretación ambigua del panorama libertino que refleja.Sin embargo, la poca claridad con que se expresa le permitió sortear la censura durante años y, asimismo, creó confusión entre sus contemporáneos.[8] Estos confirman que hubo una preocupación por parte del autor por tener un conocimiento completo antes de comenzar sus ensayos.Unos años antes, Rousseau realiza en el Emilio toda una psicología de la enseñanza para los niños y, cuando se refiere a las niñas, afirma que no deben ser educadas, puesto que su virtud se encuentra en la sumisión a sus maridos y en el cuidado de sus hijos.[9] También se pronuncia Rousseau sobre este asunto en su Discurso sobre el origen y los fundamentos de la desigualdad entre los hombres.[10] Efectivamente, los ensayos nos muestran el pensamiento avanzado de Laclos, que se distancia de grandes figuras como Rousseau y une así a otros autores y autoras que reclamaban la igualdad entre ambos sexos —Diderot, Mme d’Épinay, Condorcet, etc.—.A pesar del gran impacto que tuvo su novela, los ensayos no consiguieron la misma extensión.