"), el primer relato de Franz Kafka, la escribió en el año 1912 (en la noche del 22 al 23 de septiembre) y se publicó al año siguiente.
Durante la discusión el hijo descubre que el padre lleva tiempo en contacto con su amigo de San Petersburgo y que está al tanto de los acontecimientos.
Él termina la discusión con las palabras: "Yo te condeno a morir ahogado".
El hijo sale corriendo de la casa, donde estaba el río, se balanceó sobre la barandilla diciendo: "Pero queridos padres, a pesar de todo, yo siempre os he amado" y se dejó caer.
El punto de vista anónimo del narrador hacia Georg es muy objetivo y realista.
Esa noche es considerada mundialmente como el nacimiento del literato.
[...] Yo no le encuentro ninguno y tampoco podría explicar nada".
Él menciona "Reflexiones de Freud",[12] sin incluir ninguna unión con la psicología y sin buscar una explicación.
[14] Llama la atención que todos los personajes están en plena transformación y en parte representan formas divergentes e inexplicables.
Georg está comprometido y ha tenido gran éxito en los negocios en los últimos años.
Experimenta aquí el desmantelamiento de su personalidad exitosa y se convierte en un mero niño gracias a la figura del padre.
Cuando el padre "le condena a morir ahogado", Georg es presa del pánico, se siente atrapado en aquella habitación y atrapado sin juicio va hacia el puente, y se deja caer en las aguas del río.
Gran complejo de inferioridad y el deseo no cumplido de armonía con su padre pudieron ser posiblemente la clave del porqué él se sometió sin condiciones a la sentencia.
[11] A la vez la preferencia hacia el amigo hace que la relación padre hijo se deteriore.
Se puede ver al amigo como el alter ego de Kafka.
Entretanto son conocidos más de 200 significados y el final no era previsible.
Aquí vemos tres interpretaciones fundamentales, que tratan sobre Kafka y la figura de Georg: