La XII marquesa de Villafranca pintando a su marido

Desde los años 1790, Francisco de Goya se había convertido en un pintor de moda, cuyos retratos eran muy solicitados, tanto por la aristocracia como por la alta burguesía madrileña.

La tela representa a María Tomasa Palafox y Portocarrero (1780-1835), marquesa de Villafranca, académica de la Orden del mérito de San Fernando, erudita, pintora aficionada y gran amante del arte.

Está sentada cómodamente en una butaca con los pies sobre un cojín grande.

En un velador a su lado la paleta con los colores, pinceles y un cuenco de metal.

El pintor explota los fuertes contrastes entre los dominantes ocres y rojos oscuros que rodean a la figura, y la marquesa, con un vestido blanco de estilo imperio, cuya tonalidad brillante en el centro del cuadro atrae la atención del espectador.