La Virgen de los Plateros, también conocida como Inmaculada con San Antonio y San Eloy,[1] es una pintura del artista español Juan de Valdés Leal.
La obra fue encargada por el gremio de plateros de Córdoba destinada a un altar situado en la antigua calle Pescadería.
[1] Esta pintura estaría inspirada en la obra Inmaculada con Fray Juan de Quirós de Murillo.
[1][3][4] Muestra a la Virgen María situada sobre un pedestal, a cuyos lados se arrodillan los santos San Antonio de Padua y San Eloy.
[1] Toda la escena está rodeada de querubines, uno de los cuales porta la siguiente leyenda: «El Platero Universal / de Dios el Eterno Padre / una Joya hizo tal / que en ella puso el caudal / porque fuera para su Madre».