La Princesa de Navarra

Constanza sorprendida con la fiesta, escucha la música y observa a los danzantes que bailan diferentes ritmos.

Poco después se presenta un Alcalde con la intención de arrestar a Constanza por orden del rey Pedro I, Alamir le hace saber a la princesa que no permitirá esta acción y la defenderá con todas sus fuerzas.

Poco después, el jardinero alarmado informa que Alamir y sus gentes están oponiendo resistencia a las tropas del Alcalde, Constanza se entera de la situación y se preocupa por la suerte de Alamir que con tanto valor la ha defendido.

Don Morillo llega a la escena exaltado y comenta que las tropas del Duque de Foix se han unido a los franceses para dar batalla y hacerse con el castillo.

Tiene lugar una fiesta en la que el teatro representa la cordillera de los Pirineos, durante la misma el Amor desciende en un carro y la gran montaña se hunde, transformándose en un magnífico templo consagrado al Amor.