Se fundó a principios del siglo XX como un barrio obrero situado en las afueras del perímetro urbano, que acompañó el desarrollo de la cervecería Bavaria,[1] en el cercano barrio de San Diego.Esta situación conllevó la construcción de una pila de agua en la carrera Séptima con calle Treinta y una, y otra donde en la actualidad se encuentra la iglesia.Los niños del barrio, por su parte, debían recoger leña de los cerros Orientales.[3] Por el norte lo separa del colegio San Bartolomé La Merced la calle (también diagonal) Treinta y tres, por el sur lo separa del barrio La Macarena la calle Treinta y una, por el occidente la separan de San Martín y La Merced la carrera Quinta, y por el oriente marca el perímetro urbano en la carrera Primera, algunas cuadras más arriba de la avenida Circunvalar.[1] En muchas casas del barrio se vendían bebidas alcohólicas, que ahora son el símbolo anual en octubre del Festival de la Chicha, la Vida y la Dicha.