La Lucha Eterna

Para muchos expertos, es considerada la obra más hermosa que adorna el espacio público de la ciudad.[1]​ El artista escogido fue Émile Peynot, quien había sido alumno del célebre Rodin y ya había demostrado su capacidad escultórica en varias piezas de la ciudad de Buenos Aires, como la Ofrenda floral a Sarmiento.[3]​ Años después, alrededor de 1970, fue trasladada al Palacio Legislativo para embellecer los jardines laterales del mismo.[1]​ La escultura responde al lenguaje neoclásico que imperaba en la ciudad durante las primeras décadas del siglo XX, una época en la que el ornato público cobró vital importancia, compitiendo (y combinándose) con los palacetes y mansiones de estilos historicistas que la aristocracia levantaba en el Centro Histórico y La Mariscal.En 2023 la escultura fue exhibida en el hall principal del Centro Cultural Metropolitano de Quito, como parte de una exposición temporal titulada «Que el Pichincha decora, memoria, geografía y afectos»[6]​[7]​.
Firma de Peynot, detalle.