La Fábrica

De hecho, todo el establecimiento recuerda a la actividad comercial del siglo pasado.Él continúa consolidando con una oferta tradicional pero también diferente.Tiene un buen poso de experiencia, y es que comenzó muy temprano a moverse entre los fogones del local, además de irse a Osaka (Japón) para especializarse en la cocina materna.Destacan que la suya no es una cocina tradicional: «Nosotros experimentamos constantemente; queremos ofrecer cocina japonesa, pero sin olvidar la catalana».La de casa nuestra tiene mucho más trabajo de cocción, con productos muy diversos, «y el objetivo es combinarlas a la perfección para ofrecer dos cocinas muy diferentes, pero a la vez compatibles»