La Erección de la Cruz (Palencia)

Erróneamente atribuido a José de Rozas por el cronista palentino Ambrosio Garrachón Bengoa (quien se basó en un supuesto parecido con otras tallas del artista además de situar la fecha de entrega de la escultura en 1746), el crucificado queda limitado en este conjunto a plasmar el acontecimiento bíblico sin transmitir ninguna emoción ni expresar el dolor causado por el suplicio, no apreciándose detalles presentes en otras imágenes análogas a esta como por ejemplo los ojos entornados por la agonía, la boca entreabierta por la dificultad para respirar o el cuerpo sangrante.

Con indumentaria anacrónica, rasgo típico del barroco, los sayones lucen prendas propias del campesinado castellano de la época y poseen una tratamiento en los paños acorde a este periodo artístico.

Viste jubón rojo con detalles en negro, camisa interior blanca con manga corta, calzones en gris oscuro, botines rojos y gorro del mismo tono que la camisa.

Por último, el verdugo colocado detrás de la cruz tiene el rostro levantado, el brazo izquierdo alzado y el derecho bajado aunque levemente erguido, como si se dispusiese a agarrar un peldaño de la escalera empleada para facilitar la elevación del madero.

Viste armadura de escamas dorada, un cinturón del que cuelgan varias tiras de color verde oscuro, túnica burdeos larga hasta donde empieza la rodilla, pantalón verde oscuro, medias del mismo tono que la túnica y zapatos marrones.