La Encartada

[3]​ Una parte del pabellón se dispone en una única altura, es el área de batanes y se localiza en el lado norte, bajo el inicio del eje motor principal, resultando ser un hall a doble altura, óptimo para la observación de los mecanismos motores.

[3]​ Las fachadas son un revoco pintado en color blanco con vanos recercados por molduras planas azules formando dentellones y claves falsas resaltadas en planta primera.

[3]​ La planta baja sobresale ligeramente del lienzo de fachada formando un zócalo y sus vanos presentan molduras más simples.

[3]​ A lo largo de la sala discurre longitudinalmente el eje motor del taller de mantas, se completa la sala con un montacargas en la nave medianera con el edificio anexo en su zona central y una escalera en el flanco norte.

[3]​ La planta baja aloja el generador, la caldera, la sala de tintes y la entrada a la fábrica.

[3]​ La planta segunda era una vivienda y se caracteriza por la actual terraza cubierta en su extremo este.

[3]​ Es un edificio con muchos compartimentos y discontinuidades entre los tres niveles diferentes, sin una jerarquía espacial ni distributiva.

[3]​ En el segundo piso los cuatro vanos del extremo este desaparecen para formar la terraza abierta a tres orientaciones.

[3]​ Una nave rectangular de 12x4 metros se adosa al edificio transversal en su cara norte, alojando la turbina y el regulador.

[3]​ La fábrica requería de un abastecimiento de agua, para lo cual existe una presa sobre el río Cadagua y un canal-socaz en su margen izquierdo paralelo a la fachada oeste y dando servicio a la turbina.

[3]​ La energía que abastecía a las máquinas era transmitida por el movimiento giratorio del eje de la turbina.

Vista de la fábrica
Una de las salas dispuestas en el museo
Parte de la maquinaria de la que disponía la fábrica