[1] Este barrio surgió en la década de 1990, concretamente en 1994, como alojamiento temporal para los vecinos del núcleo chabolista de El Bulto y la Huerta del Correo (hoy Hacienda Cabello).
Lo que en principio fue una decisión temporal, ha terminado por convertirse veinte años después en la residencia habitual de más de 200 familias que han visto crecer hasta tres generaciones.
Podemos definir la barriada de La Corta como una zona marcada por el rechazo social, puesto que su imagen se relaciona a la delincuencia y las drogas, razón suficiente para suscitar miedo e inseguridad entre los vecinos de los distritos colindantes, que prefieren evitar el acceso a esta zona y el contacto con sus habitantes.
Pese a encontrarse al margen de la sociedad, poco a poco se están observando grandes mejoras en esta barriada, que con el tiempo espera convertirse en una realidad integrada en el resto de la sociedad malagueña.
Problemas de exclusión social Para la ciudadanía malagueña, La Corta es sinónimo de delincuencia, drogas, prostitución, absentismo escolar y marginación, por lo que esta es la clara exclusión que sufre esta barriada.