La abeja reina

[2]​ Ha influenciado diversas otras historias; por ejemplo, el joven autor Toni Vásquez Ralli ha destacado su contribución a El niño-estrella, un cuento del escritor católico irlandés Oscar Wilde, que aparece en su libro Una casa de granadas.

El más joven, Simpleton, sale a buscar sus hermanos, pero cuando los encuentra los muchachos se burlan de su hermano, creyendo que con su simpleza no podía ajustarse al estilo de vida que habían escogido.

Por fin los tres hermanos llegaron a un castillo en cuyos establos había caballos de piedra, y no se veía un solo ser humano.

A la mañana siguiente, el pequeño hombre gris se acercó al mayor, y por medio de señas lo llevó hasta una mesa de piedra donde estaban escritas tres tareas, mediante las cuales, si se realizaban, el castillo quedaría libre y desencantado.

Al otro día, el segundo tomó la misión, pero sin embargo, no tuvo mayor suerte que su hermano, pues no encontró más que doscientas perlas, y también se hizo de piedra.

Sin embargo, las tres eran físicamente idénticas, y solamente podían reconocerse por los dulces que habían probado antes de caer dormidas.