La última cena (película de 1976)

El conde está convencido de que con este acto de humildad él logrará alcanzar la salvación y darle un sentido más humano a la cruel esclavitud en que se encuentran sometidos sus trabajadores.

Ambrosio huye, pero ya es tarde: Sebastián mata al capataz e incendian la hacienda, por lo que el conde y sus hombres comienzan a matar a los esclavos.

En la iglesia están los cuerpos de Manuel, una mujer blanca, Antonio y otro esclavo.

Al verlos, el conde reacciona con ira, señalando que los salvajes no merecen estar en la casa de Dios y ordena sacarlos y matar a los restantes participantes de la cena.

En la última escena, Sebastián, el único esclavo sobreviviente, se ve huyendo hacia los montes.