Ello se debe a sus hermosas estaciones, construidas en el momento cumbre de la arquitectura estalinista.Cada una de sus 12 estaciones destaca por sus propios méritos, pero algunas, como Komsomólskaya, Novoslobódskaya y Kíevskaya son representativas.Se proyectaron solamente líneas diametrales para cruzar el centro de la ciudad, con estaciones enlazadas en las intersecciones.En cualquier caso, tras la apertura de la segunda fase en 1938, quedó claro por la carga excesiva en esos enlaces, que ese plan era insuficiente para dar servicio al creciente número de pasajeros según el sistema se iba a ir extendiendo.Se discutió si era mejor aprovechar el Sadóvoye Koltsó, avenida que circunda el centro, o una circunferencia de mayor diámetro.