El título hace referencia a un verso de la oración Padre nuestro.
Se muestran además algunos documentos y confesiones realizadas en el juicio que se llevó en contra de O'Grady, en el cual fue condenado a catorce años de prisión.
En 1976, luego de conocer el abuso que el sacerdote cometió en contra de una niña, el obispo Merlin Guilfoyle prometió a la familia de la víctima que O'Grady sería enviado a un monasterio a cambio que no presentaran cargos.
Líbranos del mal obtuvo una respuesta positiva por parte de la crítica cinematográfica.
[1][2] Ruthe Stein del periódico San Francisco Chronicle escribió: "La Iglesia se negó a hablar con Berg.