[3] Gracias a las herramientas que le proporcionó el feminismo materialista, se dio cuenta de hasta qué punto su «educación participativa en la dominación masculina (le) permite tener una percepción y acción misógina, herramientas de dominante y un sitio material privilegiado».
[1] Apoyándose en el feminismo materialista, intentó demostrar que existe una conciencia masculina de la dominación.
[7] Léo Thiers-Vidal buscó adoptar una posición antimasculinista[8] desde una perspectiva de análisis crítica del masculinismo.
Según Valeria Ribeiro Corossacz, Léo Thiers-Vidal puso de relieve una tendencia de los estudios sobre la masculinidad que evitan abordar las relaciones entre los dos sexos y que se suelen centrar únicamente en los hombres y sus experiencias del mundo, sin referencia a las mujeres.
[1] Jean-Yves Le Talec subraya así la necesaria vigilancia que estos hombres deben tener en relación con su propia subjetividad y sus acciones opresivas hacia las mujeres.